Congelado, con cicatrices, y completamente misteriosa, la luna de Urano Miranda es uno de los objetos más extraños de nuestro sistema solar. Ninguno de los cientos de objetos extraterrestres que hemos descubierto se ve tan desgastado, pero las razones de sus lágrimas, parches y características de la superficie inexplicables aún no están del todo claro para nosotros. ¿Podrían las mismas fuerzas geológicas inexplicables que contribuyeron a su aparición patchwork han producido, y tal vez sostenido, alguna forma de vida?
Sólo sería una pequeña simplificación excesiva decir que cuando exobiólogos consideran posibles hábitats extraterrestres en nuestro sistema solar exterior, que están buscando principalmente para dos cosas: una gran cantidad de hielo de agua subterránea y suficiente actividad geológica para mantenerlo en estado líquido (ya calor simple desde el Sol no se derrite el hielo de superficie a esa distancia). Estas características ponen Encelado y Europa en la lista restringida de posibles hábitats extraterrestres, y no podemos eliminar por completo cualquiera de las posibilidades en nuestro estudio de Miranda.
Urano y sus lunas.
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