En la imagen uno de los agujeros descubiertos hace años por la NASA en la Luna, posibles entradas a cuevas - NASA
Un equipo de investigadores de la Agencia Espacial Japonesa acaba de hacer un descubrimiento excepcional: una enorme cueva en la Luna que un día, afirman los científicos, podría servir de “hogar” para los astronautas de una futura colonia, que podrían así protegerse de los peligros de la radiación solar y las bajas temperaturas reinantes en nuestro satélite.
Los datos
del orbitador lunar Selene, en efecto, han confirmado la existencia de
una gigantesca caverna de 50km de largo y más de 100 metros de ancho, un
largo tubo de lava formado por la actividad volcánica hace cerca de
3.500 millones de años. El hallazgo acaba de publicarse en Geophysical Research Letters.
El gigantesco túnel subterráneo, localizado bajo las llamadas Colinas de Marius, podría ayudar a proteger a los astronautas de los bruscos cambios de temperatura y de la intensa radiación a la que se verían expuestos sobre la superficie lunar. “Hasta ahora -explica el científico- no hemos podido ver el interior de la cueva, por lo que tenemos grandes esperanzas de que cuando se explore se revelarán muchos más detalles”.
El pasado mes de junio, Japón reveló, en efecto, sus planes de llevar hombres a la Luna en el año 2030. Para ello, la primera fase sería una misión conjunta con la NASA para construir, en 2025, una estación espacial en la órbita lunar, como parte de los planes de la agencia norteamericana para llegar a Marte. Por supuesto, también la NASA enviará sus propios astronautas a la Luna, y esta vez, según afirmó hace apenas unas semanas el vicepresidente de los Estados Unidos, Mike Pence, “no solo para dejar allí huellas y banderas, sino para poner las bases de lo que necesitamos para enviar astronautas americanos a Marte y más allá”.