Archivos incluyen información sobre la Guerra Fría, conflictos con Cuba, Vietnam y Corea, así como investigaciones de fenómenos paranormales.
Alrededor de 13 millones de páginas de documentos desclasificados de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) fueron puestas a disposición del público en internet.
Anteriormente la información estaba disponible solo en una instalación de los Archivos Nacionales en College Park, Maryland, de 9 am. a 4:30 pm. y únicamente en cuatro computadoras designadas especialmente para ello.
Se anticipa que la apertura pública de los documentos, conocidos como los archivos CREST, por su nombre en inglés CIA Records Search Tool, hará el deleite de periodistas, historiadores, escritores y el público en general.
Objetos voladores con forma ovoidal, mensajes redactados con tinta invisible, contactos con seres «extraños» o experimentos para leer la mente humana. La temática parece extraída de unos de esos programas nocturnos de televisión que mantiene en vela a los espectadores dando pábulo a un sinfín de historias rocambolescas y poco verosímiles, pero a más de uno le sorprenderá saber que durante cinco décadas la CIA invirtió tiempo, dinero y esfuerzo en explorar esta serie de fenómenos paranormales. La Agencia Central de Inteligencia publicó el miércoles en su web 13 millones de documentos desclasificados, que hasta ahora sólo se podían consultar in situ en cuatro ordenadores de los Archivos Nacionales de Maryland. Lo que más sorprende no es la información relativa a la Guerra Fría o los detalles de la Operación Cóndor, sino sus «expedientes X».
Alrededor de 13 millones de páginas de documentos desclasificados de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) fueron puestas a disposición del público en internet.
Anteriormente la información estaba disponible solo en una instalación de los Archivos Nacionales en College Park, Maryland, de 9 am. a 4:30 pm. y únicamente en cuatro computadoras designadas especialmente para ello.
Se anticipa que la apertura pública de los documentos, conocidos como los archivos CREST, por su nombre en inglés CIA Records Search Tool, hará el deleite de periodistas, historiadores, escritores y el público en general.
Objetos voladores con forma ovoidal, mensajes redactados con tinta invisible, contactos con seres «extraños» o experimentos para leer la mente humana. La temática parece extraída de unos de esos programas nocturnos de televisión que mantiene en vela a los espectadores dando pábulo a un sinfín de historias rocambolescas y poco verosímiles, pero a más de uno le sorprenderá saber que durante cinco décadas la CIA invirtió tiempo, dinero y esfuerzo en explorar esta serie de fenómenos paranormales. La Agencia Central de Inteligencia publicó el miércoles en su web 13 millones de documentos desclasificados, que hasta ahora sólo se podían consultar in situ en cuatro ordenadores de los Archivos Nacionales de Maryland. Lo que más sorprende no es la información relativa a la Guerra Fría o los detalles de la Operación Cóndor, sino sus «expedientes X».
La CIA puso a prueba en 1973 las capacidades «clarividentes» y «telepáticas» de Uri Geller, famoso por doblar cubiertos con la mente en televisión. El ilusionista israelí ocupó una habitación blindada, con dos puertas cerradas con llave, y se le pidió que replicara los dibujos que se esbozaban en una sala contigua. Se pintó un racimo de uvas y Geller afirmó que veía «círculos de color púrpura» y lo reprodujo. Aunque no acertó en otras ocasiones, los agentes anotaron en su informe: «Queda demostrada su habilidad paranormal de manera inequívoca y convincente».
Incluye también investigaciones del proyecto STAR GATE, dedicado a fenómenos paranormales como el avistamiento de ovnis, los poderes psíquicos y las percepciones extrasensoriales; los conflictos en Vietnam, Corea y la Guerra Fría, el proyecto del Túnel de Berlín, el avión de reconocimiento U2, el terrorismo y asuntos económicos y militares mundiales.
Desde 1947 a 1990, se recibieron aproximadamente 1.500 informes oficiales de avistamientos. Para el 20% de ellos, no se logró encontrar ninguna explicación. En uno de los documentos, fechado en junio de 1966, se detalla la presencia de «un objeto sin identificar descubierto en la frontera entre la URSS e Irán, durante cinco minutos». Se incluyen fotos, pero se requiere mucha fe para distinguir algo.
Desde 1947 a 1990, se recibieron aproximadamente 1.500 informes oficiales de avistamientos. Para el 20% de ellos, no se logró encontrar ninguna explicación. En uno de los documentos, fechado en junio de 1966, se detalla la presencia de «un objeto sin identificar descubierto en la frontera entre la URSS e Irán, durante cinco minutos». Se incluyen fotos, pero se requiere mucha fe para distinguir algo.
Los documentos muestran las principales técnicas utilizadas por espías, generales y diplomáticos para enviar mensajes secretos. «Moja un pañuelo en una mezcla de nitrato, soda y almidón; deja secar la tela». Los productos químicos actúan al contacto del tejido con el agua. El líquido se convierte en tinta invisible que puede cargarse en un bolígrafo y utilizarse para escribir un mensaje.
En 1980, se redactó un informe sobre si los videntes podían predecir el futuro o usar la telequinesis para mover objetos. También se estudió el aprovechamiento de las capacidades paranormales para combatir al enemigo. Resulta inevitable pensar en George Clooney en «Los hombres que miraban fijamente a las cabras». Y es que todo este material desclasificado de la CIA bien nutriría un nuevo guión hollywoodiense.
En 1980, se redactó un informe sobre si los videntes podían predecir el futuro o usar la telequinesis para mover objetos. También se estudió el aprovechamiento de las capacidades paranormales para combatir al enemigo. Resulta inevitable pensar en George Clooney en «Los hombres que miraban fijamente a las cabras». Y es que todo este material desclasificado de la CIA bien nutriría un nuevo guión hollywoodiense.
Cada año, la base de datos de la CIA llamada CREST irá ampliándose con nuevos documentos y archivos desclasificados. Pero lo curioso de esto es que hablamos de material secreto desbloqueado por la propia agencia, lo que significa que si hay cosas que la CIA no quiere que veamos -que las habrá seguro-, no se reflejarán en ellos.
Aquí puedes leer los 13 millones de archivos secretos